En moto, un salteño recorrerá América, de Ushuaia a Alaska

Miguel Ángel Lerma tiene 58 años y comenzó su travesía el 9 de abril. Ya hizo 5.450 kilómetros y le faltan 20 mil.

Si bien puede resultar una locura emprender un viaje solo por todo el continente americano, a este hombre no se le escapa un detalle del recorrido que decidió emprender muchos años atrás.

El 9 de abril último Miguel Ángel Lerma, de 58 años, partió desde Ushuaia. Lo que para muchos es el "fin del mundo", para él, el comienzo de su aventura. Este salteño, que cursó la escuela secundaria en el entonces Colegio Nacional -promoción 1976-, es oficial de Gendarmería retirado y maneja un comercio en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires. Como no puede descuidar sus asuntos laborales, se conecta de dos a tres horas por día con wifi.

El objetivo de su travesía es cubrir las tres "Américas" desde donde comienza la Argentina, allá en el sur, hasta el círculo polar ártico, a 200 millas de Fairbanks, en Alaska.

No va solo, sino con Mancha, su moto, que es una BMW modelo Adventure, con cilindrada de 1.200 centímetros cúbicos.

Miguel aseguró que es una de las motos más aptas para este viaje, porque además hay muchos servicios técnicos a lo largo del recorrido.

El 15 de enero la compró nueva y lleva recorridos 5.450 km desde Ushuaia. Aún le quedan 50 días de viaje y hace 500 kilómetros por día. Le faltan 20 mil.

Ahora hará un impás y regresará a Buenos Aires para acomodar algunos asuntos. El 12 de mayo volverá a Salta para buscar la moto y seguir el camino.

Pasión por dos ruedas

Miguel comenzó a andar en moto desde la secundaria y a los 20 ya tuvo una propia. Durante este viaje ha llegado a estar 10 horas sobre la moto. "Hay caminos sin asfaltar, con barro, que se hacen largos", contó, y explicó que algunos tramos en Mendoza y en Santa Cruz fueron los más complicados.

Además es ciclista y, en una aventura que terminó el año pasado, recorrió toda la Argentina en bicicleta durante 46 días. Hace 10 años hizo remo en kayac desde Bolivia por el río Bermejo con un amigo y salieron al Paraguay.

Se aloja en hoteles y, si bien tiene un diseño de la ruta, hace paradas antes o después. "Me gusta todo el preparativo, el entrenamiento y fundamentalmente la adrenalina que me produce no saber qué es lo que viene".

Cuando iba a cruzar el nevado del Acay -por donde ya había pasado en bici- con un brasileño, Vialidad lo frenó para avisarle que había hielo. "Tuvimos que volver, 12 kilómetros antes del abra", relató.

Si bien hará casi todo el recorrido en moto, hay una zona intransitable en Panamá. Decidió tomar un vuelo en Bogotá hasta Panamá y luego seguir por Centroamérica, México, Estados Unidos -conocer la ruta 66-, Canadá y Alaska, adonde planea llegar los primeros días de julio. Desde Anchorage tomará un vuelo de regreso.

Si algo no se puede decir de Miguel es que improvisa. Antes de la travesía se entrenó para reforzar los músculos. Además lleva una alimentación e hidratación adecuadas.

Cuenta con un dispositivo Spot Gen 3, que da su posicionamiento cada cierto tiempo. A través de la plataforma puede mandar un alerta si está en problemas.

En su plan figura que cada cinco días de marcha, para uno para descansar. Por eso, cuando puede, trata de ganar algunos kilómetros.

"Me llena de satisfacción cumplir las travesías. Muchas veces en el medio del camino me he preguntado: ¿Qué hago acá?, pero el estímulo es la meta final, llegar a cumplir el objetivo", confesó y aseguró que tiene un viaje en mente por varios continentes.

Fuente: eltribuno.info