Hasbro permitirá que sus juguetes se impriman en 3D de forma casera
La compañía juguetera Hasbro, fabricante de los Transformers y otras series de muñecos para niños, ha llegado a un acuerdo con 3D Systems, el especialista en impresión 3D, con el fin de facilitar que sus productos se puedan imprimir con una de estas máquinas. Se trata de un paso más en la industria de los juguetes, tanto para las empresas que crean los productos como para los niños que constituyen el público de este mercado.
Hasta ahora el proceso de comercialización que seguía el mercado de los juguetes es el de cualquier producto de consumo. Un fabricante crea un juguete y lo vende para que el niño se sirva de él. Ésta es la parte que se constata a simple vista, pero el entramado es considerablemente más complejo. En el medio se encuentran los distribuidores y las tiendas. De un plumazo todo esto se reducirá a un diseño creado por el fabricante que irá directo a parar a manos de un niño – tal vez a las de sus padres – que imprimirá en 3D, desde su casa, el último muñeco de moda.
Al menos este es el concepto por el que acaba de decantarse – queda por saber con cuántas energías – Hasbro, un peso pesado entre los fabricantes de juguetes. Su acuerdo con 3D Systems tiene como objetivo comercializar impresoras 3D y plataformas destinadas a los juguetes. Este mismo año tienen planeado que lleguen los primeros juguetes impresos en 3D.
El presidente y CEO de Hasbro, Brian Goldner, cree que la impresión 3D tiene un gran potencial para conducir a nuevas experiencias de juego increíbles para los niños. Su alianza con 3D Systems los coloca como socios de una de las marcas más reconocidas en el emergente mundo de las impresoras 3D. Ahora sólo queda saber cómo reaccionarán los más pequeños ante la posibilidad de crear sus propios juguetes.
Una infancia tecnológica
Los juguetes están introduciendo cada vez más un grado mayor de elementos tecnológicos, en algunos casos incluso se podría calificar de tecnología de punta. El interés de los padres aumenta por este tipo de juegos y no es extraño ver iniciativas como la de Primo, un sencillo kit destinado a enseñar a programar a los más pequeños.
La robótica es uno de los campos que más está cambiando la industria juguetera, que ahora ofrece humanoides y aparatos programables, los cuales incluso pueden establecer comunicación con un smartphone y recibir comandos de éste. El abaratamiento del hardware y la proliferación de sensores de todo tipo en miniatura permiten juguetes capaces de despertar la ilusión y la imaginación de muchos niños.