Avance hacia la primera prótesis de ojo por impresión 3D
Especialistas del Hospital Académico de la Universidad de Lovaina (Bélgica) acaban de aplicar soluciones de impresión 3D al sector e la oftalmología: la primera prótesis de ojo para un paciente de 68 años de edad y al coste de 1.300 euros, en buena parte cubierto por el seguro médico.
La razón de que hasta ahora no se hubiera aplicado la impresión 3D a la creación de prótesis de ojo es la escasa demanda existente.
Habitualmente las prótesis oculares se hacen a mano y como hay tan poca demanda hay pocos especialistas en el país. El de Lovaina es el único hospital de Bélgica que tiene un especialista a tiempo completo, el cual hace unas 70 prótesis diferentes al año.
Se trata de una labor artística: el iris está pintado a mano para que coincida con el del otro ojo. Los vasos sanguíneos pequeños suelen ser imitados con minúsculos hilos de algodón de color rojo.
El profesor Ilse Mombaerts afirma que las prótesis oculares son un lujo, por lo cual la comunicación con el artista es de una importancia crucial para el diseño del nuevo ojo. Los oftalmólogos que realizan la cirugía a menudo se involucran en la labor del artista que diseña la prótesis.
La prótesis artesanal cuesta alrededor de 1.300 euros, pero como el hospital previamente ha invertido en impresión 3D, los costes son aproximadamente los mismos.
Ahora bien, el trabajo artesanal también puede resultar imperfecto, razón por la cual los oftalmólogos del hospital han fijado su atención en la impresión tridimensional.
Tradicionalmente, la cuenca del ojo se mide con un molde de alginato realizado mediante un procedimiento de ensayo/error que consume tiempo y que pone mucha presión sobre los delicados tejidos.
Ahora, los especialistas belgas han recurrido al CBCT (Cone Beam Computed Tomography) o tomografía computarizada por haz cónico para explorar la cavidad del ojo y realizar un modelo para la impresión 3D. Se trata de un procedimiento muy corriente en cirugía dental, ya que es ideal para conseguir un modelo perfecto de la zona sin hacer daño al paciente.
Este modelo 3D fue posteriormente impreso en 3D por el ingeniero del hospital y se envió al especialista en prótesis ocular quien utilizó este modelo como guía para realizar el definitivo por el método habitual.
Para la realización de la prótesis hay que tener en cuenta dos factores, primero que el material debe ser biocompatible, de grado médico y que esté certificado para este uso, no sólo el material en sí, sino el proceso de fabricación, en el cual se pueden crear porosidades que crean un hábitat muy apetecible para bacterias y otros microorganismos. En segundo lugar, el acabado exterior, el cual debe ser de una calidad visual excelente, tanto como para pasar por un ojo real. En este punto, la impresión 3D tiene aún un largo recorrrido.
A pesar de esto, el hospital tiene la intención de imprimir en 3D directamente las prótesis oculares en un material a base de carbono y que ya está usando para las prótesis dentales.
"Una prótesis ocular que pueda ser impreso directamente en 3D no es técnicamente posible todavía, pero estará sin duda a nuestro alcance pronto", dice el profesor de Mombaerts, que añade: "Una prótesis de carbono será casi indistinguible de lo real".