El arquitecto, en tanto técnico acostumbrado a pensar en forma y función, ve con facilidad las ventajas de este método de fabricación y encuentra utilidades prácticas, tanto para cubrir actividades habituales como para expandir las posibilidades en su trabajo.

 

La maqueta, como elemento de representación tridimensional de la idea de un proyecto, es un elemento fundamental en el desarrollo del mismo, tanto para la concreción de las ideas del ingeniero o arquitecto responsable del proyecto como para la planificación del trabajo.

 

El maquetismo abre posibilidades gracias a la fabricación aditiva, facilitando las operaciones comerciales de muestra de inmuebles con impresiones en ABS y PLA de bajo costo. Esto influye en la toma de decisiones.

 

Además, se pueden entender y modificar ideas complejas desde las primeras etapas. A más alto nivel, se usan para el testeo de estructuras, materiales y componentes. Incluso permiten directamente terminar el proceso,